Uno de los pasos determinantes para que las empresas puedan optar a la formación programada consiste en presentar su plan de formación a su RLT o lo que es lo mismo, a su comité de Representación Legal de Trabajadores y obtener su visto bueno.
La aprobación por parte del RLT de las acciones formativas propuestas por la compañía puede ser determinante para recibir o no la subvención para esos cursos. De ahí, que hoy queramos hablar largo y tendido de la importancia del RLT qué es, qué empresas deben tenerlo y lo qué es más importante qué pautas seguir dentro de tu plan de formación para que sea aprobado por este comité interno de la empresa.
¿Qué es la Representación Legal de Trabajadores (RLT)?
Es un concepto laboral fundamental en el contexto español y se refiere a la presencia de representantes designados por los empleados en una empresa con el propósito de proteger y promover sus derechos e intereses laborales.
La elección de los representantes se realiza democráticamente cada 4 años por los propios empleados de la empresa a través de unas elecciones de acuerdo a los procedimientos establecidos en la legislación laboral y los convenios colectivos aplicables. El número de miembros de este comité varía en función del número de empleados de la empresa.
Su objetivo principal es defender los derechos e intereses de los trabajadores en la empresa. Esto incluye participar en la negociación de convenios colectivos, tratar asuntos relacionados con las condiciones de trabajo, la salud y seguridad laboral, la formación, entre otros.
¿Todas las empresas cuentan con RLT?
En España, la obligación de establecer una Representación Legal de Trabajadores (RLT) está regulada por la Ley Orgánica de Libertad Sindical y el Estatuto de los Trabajadores. Según la legislación española, si la empresa tiene 50 o más empleados, está obligada a establecer una RLT. Esto incluye a los trabajadores a tiempo completo y a tiempo parcial, pero excluye a los contratistas independientes y a los trabajadores temporales si no exceden el umbral de 50 empleados.
5 pautas para asegurarte que el RLT de tu empresa apruebe tu plan de formación programada
Asegurar que tu Representación Legal de Trabajadores (RLT) apruebe tu Plan de Formación Programada en una empresa es esencial para el éxito de dicho programa y para fomentar una relación laboral positiva. Aquí te presento cinco pautas clave para lograrlo:
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Comunicación Transparente: Establece una comunicación abierta y transparente con la RLT desde el principio. Proporciona información detallada sobre el plan de formación, sus objetivos, contenidos y beneficios. Escucha las preocupaciones y sugerencias de los representantes y aborda cualquier pregunta o duda de manera clara y concisa.
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Participación Activa: Involucra a la RLT en la planificación y diseño del programa de formación. Invita a los representantes a participar en la identificación de necesidades de capacitación, la selección de cursos y la elaboración de horarios. Esto les dará un sentido de propiedad sobre el programa y aumentará su compromiso.
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Respeto por los Derechos Laborales: Asegúrate de que el plan de formación cumple con todas las leyes y regulaciones laborales. La RLT estará atenta a cualquier aspecto que afecte los derechos laborales de los trabajadores, como los horarios de formación, el pago de salarios durante la capacitación y las condiciones de trabajo relacionadas con el programa.
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Negociación y Acuerdo: Antes de implementar el plan de formación, busca la aprobación formal de la RLT a través de la negociación y el acuerdo mutuo. Establece un diálogo constructivo y considera las posibles enmiendas o ajustes que la RLT pueda proponer. Llegar a un consenso garantiza un ambiente de trabajo armonioso y evita conflictos futuros.
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Información y Seguimiento: Proporciona informes regulares y actualizados sobre el progreso del programa de formación. Mantén a la RLT informada sobre el rendimiento de los empleados en los cursos, los resultados alcanzados y los impactos en la empresa. Esto les permitirá evaluar la efectividad del plan y tomar decisiones informadas.
La RLT no solo representa los intereses de los trabajadores, sino que también se convierte en un socio estratégico en la búsqueda del éxito empresarial. Su participación activa y su capacidad para asegurar que se cumplan los derechos laborales son invaluables. Así que, no subestimes el papel de la RLT en tu empresa; más bien, fomenta una relación sólida y colaborativa para asegurarte de que la formación programada sea un motor de desarrollo tanto para tus empleados como para tu organización. Juntos, podéis lograr grandes metas y construir un futuro laboral más brillante.
¿Qué cursos sorprenderán y gustarán a tu comité de Representación Legal de Trabajadores?
Elaborar un plan de formación de éxito no es una tarea fácil, al igual que tampoco lo es dar con aquella formación programada que pueda gustar e incluso entusiasmar a los trabajadores. Dar con la clave del éxito es complicado y más cuando entran muchos factores en esta ecuación. El principal es, sin duda, el sector al que la empresa pertenece pero también otros muchos como los cambios tecnológicos que padece el mercado laboral, los distintos tipos de perfiles de empleados, las necesidades formativas personalizadas…
Sin embargo, nuestra larga trayectoria asesorando a grandes y medianas empresas sí que nos ha llevado a detectar una serie de colecciones y metodologías que por su carácter transversal e innovador encajan a la perfección con la mayoría de las líneas de formación de las compañías.
En este sentido, podemos afirmar que los cursos microlearning de 2 a 10 horas de duración sobre contenidos concretos de como marketing, competencias digitales, soft skills o bienestar suelen asegurarnos el éxito. Todo ello, por supuesto, combinándolos con otras necesidades más concretas y especializadas de cada empresa.
De esta manera, nuestro equipo de contenidos y producción audiovisual ha centrado sus esfuerzos estos últimos meses en la ampliación de nuestras colecciones microlearning con un amplio abanico de cursos que logren cubrir las necesidades formativas de la pymes pero también de grandes empresas.